Con el frio aumentan las ganas de una ducha caliente, te dejamos los consejos de porque es recomendable regular la temperatura del agua. Acelera el envejecimiento cutáneo. Reseca la piel. Puede generar dermatitis Provoca problemas circulatorios: El agua muy caliente no es recomendable para personas con problemas circulatorios, pues produce que los vasos sanguíneos se dilaten. Y si padecen varices, se pueden presentar o aumentar los síntomas. Debilita el cabello. Nuestros especialistas recomiendan tomar una ducha con agua tibia, pues ésta contribuye a evitar la resequedad en la piel y los problemas de microcirculación.